Emma Grace Frost comienza su vida en el seno de una familia aristócrata, como la segunda de las hijas de un adinerado matrimonio que dejaba mucho que desear como padres. Tampoco es que tenga mejor relación con sus hermanas, en particular, con Adrienne, con quien rivaliza en numerosas ocasiones, y que también es mutante como ella (posee telemetría) Nuestra chica pasa pues, su adolescencia siendo la cheerleader de instituto que atormenta a los alumnos más débiles, y la joven que, desde la primera manifestación de sus poderes telepáticos, desafía la autoridad paterna una y otra vez, ya sea manteniendo una escandalosa relación con un profesor mucho mayor que ella, o haciendo jugarreta tras jugarreta para quedarse con la herencia. Se nos revela entonces una mujer implacable, inteligente, manipuladora, que sabe jugar realmente bien sus cartas, y que tampoco duda en aprovecharse de su belleza y sensualidad para obtener lo que quiere. Sus actos de desafío consiguen llamar la atención de su frío padre, el cuál la empieza a ver como la hija más ideal para heredar su fortuna y manejar los asuntos de la familia. En primera instancia, Emma rechazará el dinero de su padre para abrirse camino a su manera en la vida, aunque más tarde si se pondrá al frente de los negocios familiares. Lo que vendrá a continuación no obstante, serán una serie de aventuras y desventuras, que incluirán una etapa universitaria, perder a su primer gran amor después de que sea asesinado, o ser traicionada por una supuesta amiga y mentora, así como pasar varios períodos sin hogar, estando ella como estaba acostumbrada al lujo. Pero Emma no se resigna a ser una pobre niña rica, y logra entrar, en un principio como bailarina, en el selecto Club del Fuego Infernal, una elitista secta para mutantes. Tras una serie de hábiles movimientos, que de nuevo demuestran su astucia, entra en el Círculo Interno y se hace con el título de Reina Blanca. Comienza así una de las más interesantes etapas de su vida. Como Reina Blanca, Emma hace uso del dinero y contactos heredados de su familia, y funda la Academia para Mutantes de Massachusetts, ideada para hacer la competencia a la Escuela para Jóvenes Talentos de Xavier en Nueva York, y reclutar jóvenes y poderosos mutantes para el Club del Fuego Infernal. El grupo pone su objetivo en Kitty Pryde, entonces solo una joven adolescente. Emma contacta con sus padres para ofrecerle a la muchacha una plaza en su escuela, pero Xavier logrará reclutarla antes. La mira cambia pues, hacía Jean Grey y su devastador poder como Fénix, que intentarán controlar sin éxito. El primer enfrentamiento de Emma con la pelirroja a plena potencia termina con nuestra rubia siendo dada por muerta por los X-Men. Pero no es así: Emma sobrevivió milagrosamente, y tras esa derrota, funda su propio equipo de villanos, los Hellions. Sin embargo, poco dura la cosa, puesto que los Hellions son masacrados por los temidos robots Centinelas, dejando a Emma muy malherida, y como única superviviente de la masacre.
Lo que viene después es una de las etapas más sosas del personaje. Tras recuperarse de nuevo de la derrota, con ayuda de Xavier; Emma refunda la Academia de Massachusets, la cuál da cobijo a los jóvenes mutantes de la Generación-X (entre ellos, Júbilo) Se dedica entonces a ponerse en un papel en el que yo no la veo demasiado, el de mentora inclinada hacía el lado del bien. Lo único destacable de esta etapa es su confrontación final con su hermana, Adrienne, durante el cuál, pierde la vida un joven alumno de la Generación-X, lo cuál hace que la Academia de Massachusets se cierre de forma definitiva. Emma busca una nueva vida en Genosha, como tantos otros mutantes, y es rescatada de allí por los X-Men cuando la isla es destruida por los Centinelas. En esta ocasión, sobrevive gracias a la mutación secundaria que le permite endurecerse como el diamante. Se abre entonces la etapa en que se une de manera definitiva a la Patrulla-X, cosa que no me convence, pero al menos, en los New X-Men de Grant Morrison, Emma recupera su moralidad compleja, incluyendo su polémica relación con Cíclope, o el hecho de que su lealtad hacía el equipo sea cuestionada en numerosas ocasiones, cosa que me parece ir más en línea con el personaje, a quien no quiero ver nunca como buenecita. Y no hablo mucho de los acontecimientos más recientes, lo de las Stepford Cuckoos no me parecería mal si se tratara del primer experimento de Emma como mentora, pero de ahí a que sean sus hijas clónicas, creadas a partir de un patrón único de sus óvulos, me parece un tanto desbarrar. De lo del Complejo de Mesías, tampoco digo mucho, ya que es uno de esos eventos masivos que Marvel hace cuando quieren introducir cambios y renovaciones profundos, y ya veremos en que queda todo eso.
En conclusión, que tenemos a una mujer hermosa, sensual, inteligente, una superviviente que no duda en usar todos los recursos a su disposición para salir adelante como sea. Emma tenía que tener un sitio en este ranking por méritos propios. Supongo que jamás amaré al personaje como si amo a Jean, de quien me parece su Némesis ideal. Pero eso no quita que aprecie su riqueza, y precisamente por eso, seguiré defendiendo que la prefiero militando en el bando de los villanos. No me la trago como heroína renegada, no la quiero ver cuestionarse a sí misma constantemente, y desde luego no la quiero con Scott como pareja oficial, aunque no me importa si desarrolla algún sentimiento por él. Quiero a esa Emma arrebatadora y segura del Club del Fuego Infernal, que se lo puso tan difícil a los X-Men en la adaptación de la Saga de Fénix Oscura de la serie clásica de animación de los 90, poniendo en jaque al propio Xavier con su bloqueo. Quiero ver confrontaciones con Jean como las que se muestran en las páginas de los New X-Men, pero cada una en su sitio. Y no me disgustó para nada la versión presentada en la corta serie de animación de Lobezno y los X-Men, donde Emma es inicialmente una espía del Club del Fuego Infernal, enviada para encontrar a una desaparecida Jean que sigue teniendo los poderes del Fénix, y que, en última instancia, cuanto esta es encontrada, termina ayudando a los X-Men cuando el Fénix se descontrola. Incluso, se sacrifica tratando de contener a la entidad, por lo cual su cuerpo revienta en una lluvia de diamantes. Y si lo hace, es precisamente porque, en su etapa con los X-Men llega a enamorarse de Scott. Casi prefiero ese sacrificio, que da dimensión de redención y cierre, que no comulgar con la rueda de molino de que nuestra femme fatale de repente se volvió buena y es toda una heroína, igual que odio los fanfiction rosáceos de Star Wars en los que Darth Vader sobrevive al duelo contra el Emperador, y resulta que ha vuelto a ser Anakin y es buenísimo. Y esto es todo por hoy. Vuelvo muy pronto, con reseñas trekkies... si, trekkies, de Star Trek, lo que oís. Pero antes, cerramos dedicando a nuestra explosiva rubia una canción si os parece, dado que este diamante en bruto lo merece.
3 comentarios:
Bella inteligente pero traicionera y manipuladora, mmmm, no es mi tipo, jaja, saludos
Una fresca y dinámica puesta en escena acerca de una... clarouscura, heroína?, más bien compleja, villana/héroe, como toda buena historia que merezca contarse.
C.
Confieso mi ignorancia, no la conozco y de conocerla me llevaría fatal con ella.
Besos
Nela
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