Así pues, los dos se conocieron realmente como prisionero y guardiana. Y era muy pobre la opinión que Brienne tenía de Jaime entonces: para ella, él no era más que escoria, un perjuro, alguien que había faltado a su juramento, asesinado, y que por tanto, no merecía su confianza, sino su desprecio. Y se lo dejó bien claro desde el principio. Pero Jaime no se echó para atrás por su desprecio, más bien, se dedicó a devolverselo, en forma de palabras tales como mula, vacaburra y otras lindezas, que la doncella de Tarth ya estaba muy acostumbrada a oír de boca de los hombres, sobre todo de los guapos como Jaime. Pero eso fue solo el principio. Su aventura hasta Desembarco del Rey fue un largo viaje, lleno de peligros, que dio para mucho. Poco a poco, Jaime aprendió a apreciar la valentía y el sentido del deber de su carcelera, y a admirar su destreza en la lucha, que salvó sus vidas en muchas ocasiones. Y después, al Matarreyes le tocó vivir el momento más traumático de su vida: la pérdida de su mano derecha, que Vargo Hoat cortó cuando él y Brienne cayeron en manos de su banda. Este hecho no solo puso en grave peligro su salud y su vida, debido a la grave infección que sufrió, sino que también, le sumió en una profunda depresión. Fue Brienne la que le cuido en este período, y la que, con firmeza, no le permitió rendirse a su depresión, devolvíéndole las ganas de luchar. Cuando finalmente llegaron a Harrenhal, fueron ayudaron por lord Bolton, que prometió que Jaime llegaría a salvo a Desembarco del Rey. Al fin, pudieron descansar, comer algo, y darse un baño caliente. Y fue justo mientras se bañaban cuando Brienne se convirtió en la receptora de la mayor confesión del Matarreyes, la verdad sobre el origen de su apodo. En realidad, Jaime mató al Rey Aerys II porque este amenazaba con quemar Desembarco del Rey antes que entregar la ciudad al rebelde Robert Baratheon. Por un momento, la imagen de la ciudad en llamas, y de gente inocente muriendo asaltó al joven Jaime, quien supo enseguida que el rey Targaryen había perdido el juicio, y que la única manera de detenerle en su propósito de que Robert fuera rey de las cenizas era matarle. Después de eso, lord Bolton proporcionó a Jaime los medios para regresar a casa, pero dejando a Brienne detrás. Esta fue de nuevo víctima de una cruel broma, obligada a luchar con un feroz oso vestida con un vestido rosa y armada solo con una espada de madera. Jaime supo que no podía dejar atrás a su amiga, y a pesar de tener ya una sola mano, y de estar aún muy débil, saltó al foso para defenderla de la fiera. Ambos regresaron juntos a Desembarco del Rey.
Por fin estaban a salvo, en su destino. Pero las sorpresas no se detuvieron al llegar allí. Para cuando pudo llegar, Jaime había pasado por tantas experiencias que ya no era el mismo de antes. El sufrimiento padecido en realidad le fortaleció, conocer su vulnerabilidad le hizo más maduro, más sereno, y valorar las cosas de otro modo. Su arrogancia había dado paso a una nueva serenidad, y su depresión se disipaba lentamente. Ahora quería ser de otra manera, y su hermana gemela no tardó en percibir esos cambios y acusarle de debilidad, rechazándole por completo. Pero por una vez, a Jaime, que hasta entonces había bebido los vientos por ella, no le importó en absoluto. Empujado por su nueva mentalidad, hizo a Brienne un nuevo encargo para frustrar los planes de Cersei: encontrar a Samsa Stark, la mayor de las niñas de la familia norteña, y actual heredera de Invernalia, y ponerla a salvo a toda costa. La niña menor, Arya, había huido tiempo atrás, y aunque en realidad recorría su propio camino, se la daba por muerta. Samsa también escapó tras la muerte del joven rey Jofrrey, el hijo mayor de Cersei y Jaime, que falleció envenenado en su boda con Margaery Tyrell. Samsa y su esposo Tyrion, el hermano menor de Cersei y Jaime, fueron acusados del crimen, huyendo ambos por separado. Brienne ya sabía de la muerte de su señora, lady Catelyn Stark, asesinada en la Boda Roja junto con su hijo mayor, Robb. Así que aceptó de buena gana servir a Jaime y buscar a la muchacha Stark para él. Partió a su misión, que no logró cumplir, pero que culminaría con un inesperado encuentro que podría poner ahora a Jaime y a Brienne.
Y hasta aquí llega, de momento, la historia del Matarreyes y la Doncella de Tarth. La historia de una amistad que no pudo comenzar de manera más inusual, entre un prisionero que iba a ser intercambiado por otras en una guerra, y la carcelera que lo vigilaba. Pero poco a poco, los dos aprendieron a conocerse y a respetarse mutuamente. En su gran aventura, vieron lo mejor y lo peor de cada uno, fueron fuertes y vulnerables, se contaron sus secretos, unieron fuerzas para sobrevivir, y después de aquello, se dieron cuenta de que había surgido entre ellos una amistad que ya es indisoluble. Indudablemente, hay cierto factor de atracción y tensión sexual entre ellos. A mi me parece que forman un dúo muy potente, y que se puede quedar simplemente en eso, sin añadir el romance. Pero son muchos los fans de la saga que piden que haya algo más entre los dos. Puede ser, ya que, en todo caso, la amistad es la base de cualquier relación de pareja, o al menos, así lo creo yo. De momento, sobre todo, pido a nuestro querido autor, Geroge Martin, que nos de más ración de Jaime y Brienne, que tanto han evolucionado el uno con la otra, y tan estupendos son siempre de leer. Con ellos ríes, lloras sufres, aplaudes... en fin, que he disfrutado tanto de sus aventuras y desventuras que quiero más de ellas. Cerramos con video, que youtube esta plagado de fanvideos de este par de dos.
2 comentarios:
Me gusta la dupla Jamie/Brienne, como amigos, como romance , como lo que sea incluso cuando no se soportaban. Ella le recordo lo que es el honor y el la admira como caballero.
lei hasta donde llegue en tormenta de espadas, me parecio que antes que una reflexion fue un resumen de la historia de estos 2... Estaria bueno que agregues fragmentos de los capitulos de jaime que la verdad son excelentes y hagas algunas reflexiones propias.. Por cierto muy bueno tu blog. Saludos
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