El primero de los tres capítulos se centra, como era de esperar, en el regreso de Sherlock. Como explicación de lo que sucedió, se nos ofrecen varias teorías, elaboradas por su club de fans. Algunas parecen bastante razonables, otras... bueno, digamos con son un guiño al género preferido de los escritores de fanfiction: el slash o romance homosexual entre protagonistas. Uno de los muchos toques de humor de la serie, que me arrancó la primera carcajada de la temporada. El propio Sherlock nos ofrece alguna explicación, pero tal y como se da la referencia al famoso mago Derren Brown, quien además hace un breve cameo en el episodio, un buen mago nunca revela sus trucos. Realmente, no se nos ofrece una explicación oficial, y creo que así es mejor: al igual que los fans de Sherlock, el espectador puede tomar como cierta la teoría que quiera, y además, no importa cómo fingiera su muerte, lo importante es que esta de vuelta. Y claro esta, el momento más esperado es el de su reunión con su gran amigo John Watson. Durante los dos años de ausencia del detective, Watson ha estado sumido de nuevo en la tristeza y la depresión, de la que solo le ha sacado su relación con su nueva novia, Mary, a quien esta a punto de pedir matrimonio cuando descubre que su amigo a regresado desde la muerte. Es entonces cuando se dan algunos de los momentos más divertidos y emotivos de la temporada, al reencontrarse los dos amigos por fin. Pero queda también claro que, aunque retomen su amistad casi donde la dejaron, algunas cosas han cambiado, principalmente, por la presencia de Mary, que se convertirá en un personaje de importancia a lo largo de la temporada. El segundo capítulo se centra en la boda de John y Mary, y en él, Sherlock se enfrentará no solo a tener que sacar a relucir sus emociones con el discurso de padrino que tendrá que dar, sino también a una amenaza en forma de un asesino, que pretende matar a uno de los invitados a la boda. El discurso es uno de los mejores momentos de la temporada, y la amenaza de un asesinato en la boda aporta acción e intriga al episodio. En el capítulo final, Sherlock se enfrentará al maestro del chantaje Charles Augustus Magnussen, un personaje tremendamente inquietante y peligroso, que usa información privilegiada de la gente más poderosa del mundo para tenerlos bajo su control. Sin desvelar demasiado, el caso sacará a relucir que Mary no es todo lo que parecía ser. La nueva esposa de John guarda sus propios secretos, secretos que estarán cerca de poner en serio peligro la vida de Holmes. Lo que será inevitable es que el detective se meta como siempre en un gran lío, del que le sacará como en otras ocasiones la influencia de su poderoso hermano Mycroft. Y antes del adiós definitivo... una enorme sorpresa, de cara a la cuarta temporada, que me ha hecho saltar de la silla, así que mejor que la veáis y no os la cuente por aquí. Solo con eso, ya dan ganas, muchas ganas de ver más de esta serie.
En definitiva, Sherlock sigue siendo una serie de enorme calidad y muy muy cuidada. Creo que esta temporada ha sido además la más equilibrada emocionalmente, y la que más se ha centrado en esa relación de amistad entre Sherlock y Watson, que es la sal y el meollo de esta cuestión. El añadir a Mary ha sido poner en medio de los dos el perfecto espejo en que reflejar esa amistad, y ella ha resultado ser por sí misma un personaje bastante más interesante que en otras versiones que conozco, gracias en parte al giro dado por ese secreto que oculta, y que desde luego no aparece en las historias originales. Y no solo ella, sino esos pequeños detalles: la reacción de Watson al saber que su amigo seguía con vida, el hermoso aunque torpe discurso de Sherlock en la boda, o los toques del capítulo final. Otra cosa que he notado es que en esta temporada hemos profundizado más que nunca en la peculiar mente de Homes, no solo con los carteles con las deducciones que saca al primer vistazo que le echa a la gente, o los montajes de mapas e imágenes mentales al devanarse los sesos, sino en su mente directamente. Le vemos trasportarse lejos a otros lugares, mientras chatea con algunas chicas cuya información puede ser importante para deducir quien será asesinado en la boda de Mary y John, o, en el último capítulo, al borde de la muerte por un disparo, vemos su mente trabajar para salvarle la vida, ayudándole a caer de forma adecuada para evitar la hemorragia o a sobreponerse al dolor y al shock, e incluso, le vemos como a un niño, en sus recuerdos. Se toca incluso, superficialmente y en tono de humor por un malentendido, el tema de las drogas y adicciones. Quienes han leído las historias saben que, a menudo, para concentrarse o escapar del aburrimiento de no tener ningún caso en que ocupar su mente, Sherlock consumía drogas, en concreto, cocaína, eso sí, diluida para evitar sus efectos más nocivos. Me ha parecido interesante que, aún de esa manera, se haya tocado un poco ese tema. El final de la temporada, el epílogo, ha sido como he dicho una gran sorpresa, que hace que mis ganas de seguir viendo esta serie estén más vivas que nunca. Ojalá no hubiera que esperar tantísimo para ver más. Una cuarta temporada esta más o menos confirmada, pero imposible saber fechas, y esta el tema complicado para la disponibilidad de los protagonistas, Benedict Cumberbacht y Martin Freeman, sin los cuales, sin duda, esta serie no sería lo mismo. Son dos grandísimos actores cuyas interpretaciones bordan a Sherlock y Watson respectivamente, y cuya química en pantalla es perfecta para estos dos personajes.
Nuevo plantel de la serie, con Mary incluida
Campanas de boda para John y Mary, con Sherlock como padrino
El brindis de Sherlock
Charles Augustus Magnussen, uno de los principales villanos de la temporada.
Watson, Sherlok & Mycroft
Y esto es todo. Quisiera haber puesto alguna imagen más de algún momento que me ha gustado, pero aún no las encuentro. Sea como sea, e incluso aunque si no conocéis muy bien este clásico personaje al que me estoy enganchando más cada día, os recomiendo como primera aproximación esta genial serie. No os decepcionará, ya que, salvando las distancias, es una estupenda adaptación de la obra original de Conan Doyle, y esta realmente cuidada y bien hecha, incluso para hacer las delicias de los más puristas. Además, el formato de miniserie en tres episodios más o menos independientes unos de otros hace muy fácil se seguimiento, y la serie tiene en cuenta los larguísimos períodos de espera entre temporadas, y sabe ofrecer finales más que impactantes para dejarnos con ganas de más. Si no la queréis descargar o ver online por Internet, cosa que es lo que yo recomendaría, Antena 3 y Neox suelen reponerla de cuando en cuando, y seguro que traerán esta nueva temporada dentro de un tiempo, esperemos que no mucho, tal vez unos meses. Como ya he comentado, una cuarta temporada esta en la mente de la BBC y de los creadores y el reparto, pero no podemos saber nada aún sobre ella, excepto que, teniendo en cuenta la sorpresa del epílogo de esta tercera, la cuarta puede ser la bomba directamente. En fin, me despido por hoy. Pero pronto, más y mejor, aquí, en el blog. Os espero. ¡¡Saludos a todos!!
1 comentario:
Fantástica reseña.
Esta serie tiene una calidad impresionante.
Lo que más me gusta es la relación entre los dos protagonistas.
Sensibilidad en estado puro. Qué grandes actores.
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