Si, si si, ya se que de nuevo estoy pasando demasiado tiempo sin escribir, pero es que, aunque haya terminado los exámenes, estoy teniendo cierto problemilla con Internet que espero quede solucionado a partir de mañana lo antes posible. Aún así, no puedo pasar sin dejaros la reseña de esta sensacional película que tuve la ocasión de ver el Viernes en su estreno. Sabéis que soy gran fan de Marvel, en especial, de los X-Men. Las dos primeras películas me introdujeron en ese especial mundo y las consideré geniales, en parte por su elenco de actores estupendos, competentes y muy bien escogidos, y en parte por su director, Brian Singer, el cuál aportó una visión nueva, fresca, pero muy sobria y seria que captaba toda la magnífica dimensión del mundo de los X-Men. Pero luego ya sabéis, el éxito se nos fue de las manos. Con X-Men 3 tenía altísimas expectativas, porque éramos muchos los que pensamos que podría ser una de las más grandes pelis inspiradas en un cómic de la historia del cine. Pero el cambio de director resultó un auténtico desastre. X-Men 3 The Last Stand fue un batiburrillo donde no solo se mezclaban dos tramas imposibles de casar (la de Fénix Oscura y la de la cura para los poderes mutantes) sino que además se conseguía que actores tan excelentes como Hugh Jackman, sir Ian Mckellen, Ellen Paige o Famke Janssen parecieran ridículos. Además, se cargaron por completo el personaje de Pícara, que no ha terminado de despuntar en el universo cinematográfico mutante, y a la que siempre he considerado, junto con Jean Grey y Tormenta, uno de los pilares femeninos más importantes de la Patrulla-X. Y se marginaba por completo a mi querido Scott Summers, Cíclope, al que apenas si hemos visto liderar una misión, eclipsado por la creciente popularidad de Lobezno. En fin, fue tal mi decepción con semejante debacle que casi dí el universo mutante como muerto en la gran pantalla. Cuando llegó First Class, ni siquera quise verla, enrabietada ante la falta protagonismo de mis dos X-Men favoritos, los fundadores del grupo, Cíclope y Fénix. Finalmente la descargué hace no mucho, junto con otras de Marvel, podéis ver mi opinión breve por aquí. En general First Class fue una peli fresca, chula y divertida, con algún buen punto de drama y de la que destaco a tres actores: James Mcvoy y Michael Fassbender como jóvenes Charles Xavier y Magneto (dos hombres imprescindibles para entender el universo X-Men) que hicieron un excelente papel, y una joven actriz en alza como Jennifer Lawrence en el papel de Mística. Además, vimos a una Emma Frost como debe se ser: tremendamente sexy y muy pero que muy mala. No alcanza sin duda el alto nivel de las dos primeras, pues le falta ese algo, pero a mi me agradó mucho verla. Cuando al fin llegó Days of Future Past. ante la perspectiva, me eché a temblar al pensar que arruinarían una de las más grandes e inolvidables historias de los mutantes de Marvel. Luego, al ir conociendo noticias, sobre todo incorporaciones como la de Brian Singer de nuevo en la dirección, o la de ese pequeño gran actor que es Peter Dinklage, que hace nuestras delicias como Tyrion Lannister en Juego de Tronos, mi ánimo se calmó primero, y después, al ver ya las imágenes, cielos, me entraron muchas ganas de verla. Y la verdad es que no me arrepiento de nada. X-Men Days of Future Past es X-Men en estado puro. De nuevo vuelve a ser una película sobria, seria,bien hecha, con todos los ingredientes que este tipo de cine debe tener: drama, filosofía, acción, buenas interpretaciones, una dirección impecable y efectos impresionantes. La franquicia de cine de los mutantes ha vuelto a resucitar, y de qué manera, en manos del director que le dio su éxito original.
De entrada, tenemos que decir que, aunque el guión de la película nada tiene que ver con la historia original, se respeta en todo su esencia y sobre todo, el ritmo de narración. La historia esta contada, igual que el cómic, en dos escenarios distintos: el futuro, donde los pocos mutantes que quedan intentan sobrevivir en un mundo donde los Centinelas no dudan en aplastarles y destruirles sin piedad, y el pasado, concretamente, 1973, a donde Lobezno viaja con la intención de advertir a los X-Men del peligro que supondrá el asesinato de Bolivar Trask, creador del proyecto Centinela. Este cambio parece haber molestado a muchos, reconozco que a mí me mosqueaba al principio, sobre todo porque nos priva de ver esa hermosa y triste escena que me conmovió en el comic, cuando la Kitty adulta ocupa el cuerpo de su yo adolescente y se reencuentra en el pasado con sus compañeros, muchos de los cuales ya estaban muertos en el futuro. Yo lloré con ella cuando decía aquello de "ahora que os veo vivos no pensé que dolería tanto". Otro cambio es también quien será en este caso el objetivo de Mística, en el cómic es el senador antimutante Robert Kelly, en la cinta será el propio Trask a quien ella intenta matar. Dejando aparte los cambios, si uno abre la mente y no busca una adaptación 100% igualita, encontrará una película a la que no le falta de nada. Porque si bien en el cómic, Kitty se encontraba con una Patrulla-X formada y lista para actuar en su ayuda (liderada por Tormenta, puesto que, tras la aparente muerte de Jean como Fénix, Cíclope se retiró temporalmente del equipo) Lobezno encuentra... nada. Los X-Men que el profesor formara en First Class junto a Magneto fueron dispersados, o capturados por la industria militar para torturas y experimentos, tras lo sucedido en la crisis de los misiles de Cuba que se narra en esa película. Y el propio Xavier esta hundido, derrotado, sin esperanza. Sin revelaros mucho más para los que aún no la hayáis visto, Xavier ha recurrido a métodos no muy recomendables, que nos recuerdan el auge de ciertas sustancias en las décadas de los 60 y 70, para matar su dolor físico por la herida en su columna, y su dolor emocional por la pérdida de su equipo, y sobre todo, por la deserción de su hermana adoptiva, Raven, hacia el bando de su ahora rival Magneto. He de reconocer que esa idea de relacionar tan íntimamente a estos dos personajes no me gustaba demasiado, pero tanto en Fisrt Class como en esta película, le han sacado un gran partido desde el punto de vista dramático y emocional. No será fácil por tanto convencer a Xavier de volver a entrar en acción, pero las cosas empiezan a moverse a ritmo acelerado cuando entra en pantalla Mercurio, eso sí, con un nombre traducido y sin parentesco alguno con quien es su padre en los comics, Magneto. Su intervención, aunque pequeña, le hace responsable del momento más divertido de la cinta, además de visualmente muy impactante. Con lo más parecido a un equipo que ha conseguido reunir, el objetivo de Lobezno y compañía será convencer a Mística de que no mate a Trask, pues de lo contrario, acabarán todos viviendo en un mundo muy poco recomendable. Tendremos espacio entonces para la reflexión, la ciencia y la filosofía: ¿es realmente posible cambiar el pasado, o la corriente del tiempo no se puede desviar, y el destino es algo inevitable? Tal es la pregunta que se plantea el bueno de Hank McCoy, o sea, Bestia, personaje muy logrado en el que seguimos viendo muchas reminiscencias del doctor Jeckyll y Mr. Hyde, del mito de la eterna dualidad del alma humana. Y si de momentos de filosofía se trata, debo destacar el maravilloso y hermoso encuentro en el tiempo de ambos Charles Xavier. Por sugerencia de Lobezno, el joven profesor se asoma al futuro brevemente a conocer al hombre que un día será. Busca esa motivación para luchar que ha perdido, y es su yo futuro el que le da la respuesta: "no temas al dolor, ya que sentirlo te hará más fuerte. Y ese dolor mana de lo más humano que tenemos: la esperanza". Este momento de epifanía, digno de cualquier mito clásico, moldeará a Xavier como el personaje que conocemos. Siempre le hemos visto como el mentor, el guía moral y espiritual, aquel hombre al que todos acuden en busca de consejo y ayuda. Nunca se nos ocurrió que, en algún momento de su vida, Xavier también fuera un joven lleno de sueños y energía, pero que, al sufrir los golpes de la vida, se encontrara tan perdido y solo como cualquiera de sus alumnos. En ese encuentro, hallará una de las cosas que más han caracterizado siempre a este personaje: su esperanza, esperanza y fe en que el mundo pueda ser mejor, y en que mutantes y humanos puedan compartirlo y convivir en él. Creo que se trata de uno de los momentos más emocionales y maravillosos de la película. Y se lo debemos sin duda, aparte de un brillante golpe de guión, a una estupenda interpretación por parte de James Mcvoy, que carga en esta cinta con un gran peso dramático, el cual sobrelleva con brillantez. Y es que, a nivel de interpretaciones, no puedo levantar queja ninguna. Hugh Jakman borda a Lobezno como siempre, además, nada podría decir yo en contra de este hombre, ya que estoy completamente loquita por él. Jennifer Lawrence nos brinda una Mística brillante en toda su dimensión, una guerrera solitaria que no duda en emprender su cruzada en pos de lo que considera correcto, aunque para ello tenga incluso que matar. Protagoniza excelentes escenas de acción y también momentos muy emocionales sobre todo en sus encuentros con Macvoy como Xavier, hermano mayor, figura paterna y voz de su conciencia. Y si se cruza con Michael Fassbender (estupendo, elegante y tremendamente sexy como un joven Magneto) saltan chispas en la pantalla con la tensión sexual. Ambos hombres han tenido una gran influencia en la vida de la joven Raven, y a mi se me viene a la cabeza la imagen de los dos realmente, como su conciencia, solo que Xavier sería el típico angelito en el hombro derecho, y Erik la tentación como diablillo en el izquierdo.Tampoco tenemos nada que reprochar a la interpretación de Peter Dinklage como Trask, porque sigue siendo glorioso ver como alguien tan pequeño llena la escena de manera tan brillante como él, aún tenido un papel que es importante, pero no muy extenso. En el futuro, volvemos a ver a Shawn Ashmore como Bobby Drake (Hombre de Hielo) con un pequeño papel pero impresionantes escenas. Y por supuesto, tenemos a esos dos señores y pedazo de actores como Patrick Stewart sir Ian Mackellen, que nos dejan un hermoso momento que no voy a revelar encarnando a esos dos viejos amigos. Aquí el papel de Kitty es destacable, ya que aunque no viaja en el tiempo, es imprescindible para que Lobezno pueda hacerlo. Además tenemos la presencia de personajes como Tormenta, Bishop, Coloso, Blink o Mancha Solar. La lucha de los mutantes que Xavier describía en la narración inicial (otro detalle que Singer ha recuperado de sus dos cintas iniciales) y es aquí, sobre todo en el futuro, donde la película luce sus mejores galas de efectos digitales y especiales. Los Centinelas son todo lo que te puedas esperar de ellos: la versión más cruda y cruel de un Terminator, una inteligencia artificial diseñada con un solo propósito: cazar y matar mutantes, y cuentan con todos los medios para ello, y creo que en ese sentido, no van a decepcionar a nadie. Están puestos en toda su gloria. Hay otros momentos visualmente espectaculares, como el protagonizado por Mercurio que ya hemos comentado, o el de Magneto y el estadio.Pero veo que aquí se ha hecho lo más importante: los efectos están al servicio de la historia, y no al revés, que es como tiene que ser. Se usan en momentos concretos, y ni siquiera hay una gran traca final. Y estando así las cosas, llegamos a un clímax en el que... naturalmente, no voy a contar el final, pero solo dirá que me compensó de muchas cosas. La reacción de Lobezno al final me resarció por toda la decepción sufrida por X-Men 3, y por no haber visto la conmovedora viñeta de Kitty. Con un epílogo simple, sencillo y hermoso, Singer conecta toda la franquicia de películas de X-Men, incluidas las spin-off de Lobezno, y a la vez, la resetea para una nuevo comienzo de forma redonda y magistral. Mi corazón dio un vuelco al ver lo que había hecho, y tengo muchas esperanzas de que las próximas películas (Apocaypse Age, ejem, ejem) sean tan brillantes y emocionantes como esta. Cuanta falta hacía que Singer regresara al ruedo con algo como esto.
Si acaso podemos hacer alguna crítica negativa, es tan solo una advertencia muy muy pequeñita,y es que hay dos actores cuya reciente fama parece justificar un gran papel en la película: Hugh Jackman y Jennifer Lawrence. Nada que decir en contra de ellos, ya he comentado que ambos están estupendos, e incluso en el cómic original hemos de recordar que Mística era quien urdía el plan de asesinato y era de vital importancia. Jennifer y Hugh son excelentes actores, pero hay que tener cuidado de que no eclipsen demasiado a los demás, y si bien, afortunadamente, Singer ha sabido hacer un buen equilibrio con los personajes, y dar aunque fuera a todos pequeños momentos para brillas y su papel que desempeñar, esto no habría sido así en manos de otro director. Lo de Jennifer es entendible porque Mística es la piedra angular de esta historia y este guión, y Lobezno al asumir el papel de Kitty y viajar en el tiempo fue el hilo conductor entre el pasado y el futuro. Pero hay muchos más personajes aparte de Lobezno, que es genial, por supuesto, y me encantaría que, por ejemplo, los guionistas se acordaran de grandes olvidados como Pícara o Cíclope, y les pusieran en pantalla tal y como son en el cómic, y tal y como los conocemos y queremos. Así que es solo dejar esa nota para ver si la tienen en cuenta en el futuro.
Así que en conclusión, ¿si recomiendo la película? Al 100%. No solo encontrareis una película maravillosamente equilibrada en todos los sentidos, sino una que, literalmente, ha rescata a esta franquicia del olvido y el desastre, la ha resetado magistralmente eliminado las cagadas y la ha dejado como nueva, lista para una emocioante entrega más: X-Men Apocalypse Age, que debería llegar en torno a 2016, a cargo previsiblemente de Brian Singer otra vez. Y visto lo visto, no me lo pierdo. Os recomiendo que veáis esta película, sin duda, porque lo hila todo estupendamente y además os hará pasar momentos geniales, y con suerte, saldréis del cine tan encantados como yo.
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