Ya hace algunos días que la temporada terminó, y aunque por motivo de estudios no os he podido ofrecer la reseña hasta ahora, ya vamos con ella. Será un tanto breve y enfocado en lo que más me ha gustado y lo que no de la que ha sido, en líneas generales, una buena temporada para la adaptación televisiva de tan peculiar personaje. Sobre todo destaco que hemos visto una impresionante evolución en el personaje de Will Graham. En la primera temporada conocimos su inteligencia y su increíble capacidad para meterse en las mentes más retorcidas de psicópatas y asesinos, habilidad que Jack Crawford aprovechaba para resolver los casos más espeluznantes y complicados. Pero también vimos su gran fragilidad mental, y como, forzado por las circunstancias, a lo largo de la primera temporada, Will fue perdiendo todo contacto con la realidad, convirtiéndose en víctima fácil de las manipulaciones de Hannibal, y dando con sus huesos en el ya conocido Hospital de Baltimore. Su estancia allí ha sido todo un descenso al Inframundo, ha dado a Will la ocasión de enfrentarse consigo mismo, y con esos demonios de sus visiones y pesadillas. Poco a poco, vemos como la recuperando la cordura y la estabilidad. Al final, probada su inocencia de los crímenes de los que se le acusa, sale de allí más fortalecido que nunca, y decidido a desenmascarar al monstruo que se esconde tras el doctor Lecter. Esto esta bellamente simbolizado en una escena poco antes de su liberación, en la que Will se ve a sí mismo como el demonio de sus pesadillas, que normalmente, siempre iba asociado a Hannibal. Esto nos demuestra dos cosas: de un lado, la gran capacidad de la serie para expresar el pensamiento interno de los personajes, sobre todo de Will, con una imaginería onírica y surrealista muy hermosa y bien creada; y de otro, la nueva fortaleza de Will, que, desde ese momento, comenzará un doble juego. Estará aliado con Jack Crawford para detener a Hannibal, pero también hará creer a este que esta de su parte para matar juntos a Jack. Muy a menudo se habla en las sesiones de terapia de esa transformación de Will, que llega incluso a matar en defensa propia a uno de los pacientes de Hannibal, un joven asesino que mataba a sus víctimas con un sofisticado traje que simulaba una bestia o animal. Pero Will quizá esta cruzando de nuevo una línea peligrosa, puesto que, aunque matara en defensa propia, se ensaña excesivamente con el cuerpo de su víctima, mutilándolo y exponiéndolo. Otra subtrama de gran interés es la de Mason Verger y su hermana Margot, personajes de una de las múltiples novelas de Lecter escritas por el autor Thomas Harris (tenéis títulos y cronología en el enlace a su wiki) en este caso, la que lleva precisamente su nombre de pila, Hannibal. Mason es un sádico y pedófilo, rico heredero de una poderosa familia que se dedica al ganado porcino. Desde pequeño, disfrutaba viendo sacrificar a los cerdos, y llegó a alimentarlos con carne humana incluso. Abusaba de niños y de su hermana menor, Margot, y esos abusos son precisamente los que le llevan a la terapia con el doctor Lecter, asi como a ella también. Margot expresa en sus consultas su inquietud por su futuro: en su testamento, su padre deja claro que solo dejará su herencia a un descendiente varón de su línea directa, es decir, ella no esta incluida. Su única vía de escape de una vida dominada por los abusos de su hermano es quedar embarazada, y dar a luz a un niño, el cuál tendría derecho al menos a parte de la herencia, y ella misma estaría a salvo. Margot usa para ello a Will, y consigue su objetivo de quedar embarazada tras una noche con él. Will enseguida se compromete a ayudar, pero algo terrible pasa cuando Mason descubre que su hermana esta embarazada: tras provocar un accidente y sacarla de la carretera, la secuestra para someterla a un aborto, y muy presumiblemente, a una histerectomia que le impedirá concebir de nuevo, dejando para él toda la herencia familiar. La venganza de Hannibal, que considera eso intolerable, y mucho más después de su reciente amistad con Will, será terrible. Como en la novela, droga a Mason, y bajo los efectos del LSD le convence para que mutile su propio rostro, dándole a comer pedazos del mismo a los perros de Will. Mason quedará mutilado, desfigurado y en cama para el resto de sus vidas, dando a Margot la perfecta ocasión de vengarse por años de abusos y dolor. Sin duda, estos dos han puesto un interesante toque de oscuros secretos familiares, tensión sexual incestuosa, odio y venganza a la temporada. Aunque tendremos otras cosas, como la alegría de encontrar con vida a la desaparecida Miriam Lass, la pupila de Jack, eso sí, con un brazo mutilado. Ella acusará como su secuestrador y torturador a Gideon, el cirujano que ya se hallaba en el Hospital de Baltimore como responsable de ser el Destripador de Cheseapeake. Así quedará cerrada esta trama que venía de la temporada anterior. Habrá también un par de resurrecciones sorprendentes, que no revelo. Y junto con el resto de lo positivo, destaco la redonda y emocionante season finale, en la que recuperamos la escena del primer capítulo, con Jack y Hannibal enfrentándose. La cuenta se saldará en favor del doctor, tras un revelador momento de catársis, dejando en el aire, de momento, los destinos de Jack y de Will, que tendremos que ver en la tercera temporada, que ya ha sido confirmada.
De entre lo negativo, tengo que hablar de la también psiquiatra Alana Bloom, un personaje que me gustó en la primera temporada por su belleza serena, su elegancia y su gran empatía con Abigail Hobbs, la joven a la vez víctima y cómplice de los crímenes de su padre. Me parecía una mujer inteligente y sofisticada también. Bien, pues, esta temporada, Alana ha quedado como una auténtica tonta en el peor de los sentidos. Sabemos que los psicópatas como Hannibal pueden resultar muy seductores por su gran carisma superficial y su gran capacidad para manipular a los demás, pero es que esta pobre incauta cayó de lleno en todas y cada una de sus trampas. Creyó a pies juntillas que Will era un asesino, el imitador del padre de Abigail. Luego, terminó incluso en la cama de Hannibal, en una relación que se prolongó durante bastante tiempo, y durante la cual ella le defendió de todas las acusaciones cuando Jack cerraba el cerco en torno a él. Sinceramente, este retrato hace que Alana pase de ser una mujer moderna e inteligente a una simple bobalicona cegada por amor. Mucho tendría que aprender de la espabilada Freddie Lounds, la reportera que no deja ni títere con cabeza. Me parece una representación que no dice demasiado a favor de la figura femenina, es el clásico retrato de la "mujer loca por amor", nada actual ni consecuente con los tiempos que corren. El destino de Alana, que al final terminó descubriendo la horrible verdad sobre su amante, queda pendiente junto al de Will y Jack.Y en otro orden de cosas, si bien los efectos visuales son hermosos e inquietantes, debo seguir quejándome de que se exceden en lo que atañe a los casos y asesinatos. Esas producen impacto, sin duda, pero son pasadas de rosaca y excesivas desde un punto de vista práctico. ¿En serio podría un asesino, por muy psicópata y ritualista que sea, hacer esos complicados montajes con sus víctimas sin que nadie notara nada? Un hombre árbol, un hombre colmena rodeado de abejas, un mosaico con personas de diferentes tonalidades de pie, la agente del FBI despedazada verticalmente y puesta en vitrinas... ¿en serio me quieres decir que, con las horas de trabajo que eso debe llevar, nadie ve ni oye nada de nada? Si, es ficción, lo sé, pero es que más que desagradable ya traspasa la línea de lo absolutamente increíble. Vamos, que me impresiona a primera vista, pero no me lo creo. Quizá deberían hacer algo con respecto a eso.
En definitiva, creo que hemos tenido una temporada estupenda, en la que no solo hemos disfrutado de la eterna elegancia de Hannibal (diez a Mads Mikkelsen por su magnífica interpretación) sino que también ha habido una maravillosa evolución de uno de los personajes principales, Will, que ha pasado de frágil y enfermizo a mucho más poderoso y fuerte. Se han cerrado algunas tramas que quedaban pendientes, como la de Miriam, y se han planteado otras muy intensas y de mucho interés, como la de Mason y Margot. Creo que la serie goza de muy buena salud, no parece estar arrasando del todo, pero convence a la crítica y tiene muy buenas audiencias. Es sin duda una apuesta arriesgada de la NBC, que, si tenéis estómago para ello, y necesitáis una pequeña ración de gore de cuando en cuando, yo os la recomiendo. La tercera temporada como digo ha sido confirmada, así que al menos podremos disfrutar de la serie durante un año más. Y aquí me despido por hoy. Disculpad si esto ha estado un poco abandonado ultimámente, ando de estudios y tengo pronto los exámenes, así que hasta que termine la próxima semana, de momento, no esperéis mucho movimiento por aquí. Antes del finde semana, o quizá durante el mismo, habrá un puesto más de nuestro ranking de médicos, y ya cuando termine los exámenes volveremos con fuerza y nuevas y diferentes entradas en el blog. Así que, tened un poco de paciencia y ya os contaré cómo me ha ido, además de muchas más cosas que espero que os gusten y resulten interesantes. De modo que nos vemos muy pronto. ¡¡Saludos a todos!!
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