martes, 17 de diciembre de 2013

EL HOBBIT: LA DESOLACIÓN DE SMAUG (Reseña y !!Superfinde!! segunda parte)

¿Que tal, gente? Ya os andaba comentando que este ha sido un fin de semana bastante chulo y ajetreado. El sábado fui al Expocómic y al concierto de 30 días, y el domingo, tocó cine con los amigos, para ver la segunda parte de la nueva trilogía de Tolkien: El Hobbit, la desolación de Smaug. En general puedo decir que la peli me gustó, se me hizo algo más entretenida que la otra, y tiene excelentes momentos, aunque también, bastantes fallos. Ya sabéis que opino que el Hobbit, una precuela corta, una sencilla novelita, no da realmente para una trilogía. Pero tras el éxito cosechado por las pelis originales de la trilogía de El Señor de los Anillos, excelentemente hechas para mí, imagino que el símbolo del dólar se les pone en los ojitos a estos productores de Hollywood, y también a Peter Jackson, que es humano el hombre. Estas pelis del Hobbit creo que aún tienen el aroma del buen hacer de este director, que sin duda, ama el mundo de Tolkien y sabe lo que se hace cuando se sumerge en él. Y son, sin duda, un magnífico entretenimiento que esta triunfando en taquilla. Yo si era partidaria de realizar el Hobbit, pero como una sola peli, no como dos, y menos, una trilogía, y eso se nota en algunos aspectos negativos que, si bien uno disfruta y mucho de la peli, no se pueden olvidar. Como viene siendo habitual, vamos a comenzar por ahí mi reseña, por lo malo, y luego diremos lo bueno. Y por supuesto, aún con sus fallos, os la recomiendo, sobre todo a los que os encantó la primera trilogía y amáis el mundo de Tolkien tanto como Peter Jackson, como yo, y como millones de lectores y amantes de la fantasía en todo el mundo.

Bien, lo peor de la película viene a ser, igual que su predecesora, la larguísima duración. Esta duración, que excede las dos horas, pone un contraste un poco feo con la trilogía primera. No es en sí por la duración, sino por qué, en las películas de El Señor de los Anillos, uno de los mayores aciertos de Peter Jackson  fue saber donde y cómo cortar, y de qué manera reducir la extensa obra de Tolkien a un guión práctico para una película. Hubo cosas que quedaron en el tintero, sobre todo, el episodio de los Túmulos y Tom Bombadil, o al final, el tema de las Casas de Curación, con el romance de Eowyn y Faramir. Y toda la parte de Ella la Araña, que en los libros tiene lugar en Las dos Torres, en las cintas se dejó para el final, en El Retorno del Rey. Bien, es natural y son cambios que uno tiene que hacer, y el espectador de mente abierta tiene que saber, ante todo, que un libro y una película son dos formatos muy distintos de narrar una historia. Estos cambios no restaron calidad para nada a la trilogía central, es más, casi se agradecen, porque Peter Jackson cortó algunos de los episodios más lentos y aburridos, en pos de la acción más rápida, necesaria en el cine. Pero los cambios hechos en el Hobbit... son otra cosa. En muchos casos, tanto en esta como en la anterior (e imagino que en la próxima también) son rellenos que no aportan demasiado, o nada, a la historia, y que tan solo sirven para que la cinta alcance la desesperante duración de dos horas y media. Luego, esta el espinoso tema del 3D... la vi en 3D, y honestamente, algunas de las escenas estaban preciosas, sí. Cuando los enanos bajan el río a toda velocidad metidos en sus barriles, tienes la sensación de estar montando en una atracción de un parque temático. Pero fue precisamente, esa sensación la que me llevó a una conclusión que, algún día, expondré con más detalle y mejores argumentos: que el 3D no es un efecto al servicio de la historia, sino que, lejos de ello, exige que se rueden escenas específicas para su lucimiento. Y eso no me convence, además de ser un auténtico sacacuartos, y el cine ya esta en este país suficientemente caro, para tristeza y desesperación de quienes nos encanta. Finalmente, podemos decir que el personaje de Tauriel, interpretado por Evangeline Lily (una de los protas de Perdidos, serie que podéis tirarme piedras, pero no la seguí y la encuentro muy sobrevalorada) no esta mal, pero es que no me convence que se añadan cosas así como así, sin razón; y en interpretaciones, podemos decir también que Lee Pace estuvo algo sobreactuado como el rey elfo Thranduil.

En lo positivo, el reparto de estas pelis siempre es excelente. Ian McKellen nunca decepciona, Martin Freeman clava a un Bilbo que va cambiando poco a poco, ahora menos inocente y más aventurero que antes, Orlando Bloom nos brindó a su Legolas más guerrero, y nada que reprocharle a Evangeline Lily, estuvo estupenda aunque su personaje sea creación de los productores, y no de Tolkien. Yo también menciono a Aidan Turner como Kili, uno de los enanos, ya que, aunque aquí su papel es pequeño, lo hace genial, y yo ya conocía de sobra el talento de este actor por su interpretación del vampiro John Mitchel en las primeras tres temporadas de la serie británica Being Human. Y con respecto precisamente a estos dos últimos personajes, la inventada elfa Tauriel y el enano Kili, la conexión que surge entre ellos es bonita de ver, logró conmoverme, aunque no sea parte del mundo de Tolkien. Ver al pobrecito enano herido por una flecha de Morgul, y enamorado de la hermosa elfa te llega, y te demuestra que no todo lo que se añadió es relleno que no valga para nada, sino que hay también algunas cosillas que destacan. Y ya que estamos con eso, destaco también los momentos de Gandalf enfrentándose por primera vez a un Sauron que comienza a recuperar su poder y su fuerza. Pero sin duda, lo que más espera uno al ir a ver la peli es contemplar en toda su gloria a Smaug, el temible dragón que echó de sus tierras a los enanos y robó su tesoro, dos cosas que Thorin Escudo de Roble, el último descendiente de los antiguos Reyes Bajo la Montaña, se dispone a recuperar cueste lo que cueste. Y que puedo decir... simplemente no decepciona. Smaug es tan enorme, fiero y temible como te lo podrías imaginar. Su cuello y su pecho brillan cuando va a escupir su letal fuego, y su movimiento es ágil y flexible. No sé quien le ha puesto su voz en castellano, pero tampoco decepciona: es grave y potente, exactamente como la imaginarías. Pero, en cuanto me sea posible, me encantaría escuchar también la versión original, ya que conozco bien la hermosa voz, grave y con presencia, de ese pedazo de actor que es Benedict Cumberbacht (me he visto toda la serie de Sherlock en V.O., y muy pronto llega la nueva temporada... y también quisiera oir la V.O. de Star Trek en la Oscuridad, no solo por Cumberbacht, sino por Zachary Quinto, otro grandísimo actor con una enorme presencia y una gran voz, que sin duda le hace justicia a la hermosísima voz de Leonard Nimoy) Samug es sin duda, el punto álgido de la película, y es quien también la despide, de un modo un tanto abrupto como la anterior, pero que te deja con ganas de más. El año que viene, tendremos en nuestros cines la tercera y última parte de este ajetreado viaje, que yo sin duda no me perderé, y que debería conectarnos de alguna forma con la trilogía de El Señor de los Anillos, o al menos, creo yo, que esa sería la forma más adecuada de terminar.


En definitiva, creo que se han añadido a la película cosas que no tendrían por qué estar, con mayor o menor acierto, solo para alargar la cosa y convertir lo que debería ser una sola peli en una trilogía. Aún así, el mimo que Peter Jackson pone para adaptar todo lo que Tolkien escribió hace que esta siga siendo una preciosa aventura, y una peli que se puede disfrutar y mucho, sobre todo si uno va con la mente un poco abierta y acepta algún que otro cambio. Si os gusta el mundo de Tolkien, os la recomiendo sin duda. Yo me lo pasé bien viéndola, y espero la parte final para el año que viene. Y para rematar el contaros mi finde, después de la peli, cenamos en el Ribs, aunque olvidé los 2x1 que tengo, me dejé la chequera de descuentos en casa, y me dio mucha rabia. Es que me hacía ilusión gastarlos, que se le va a hacer.

Por si no conocéis Ribs, o no hay por vuestra zona, es un restaurante especializado en comida Tex-Mex, algo tejana, algo  mejicana, es decir, carnes, fajitas, hamburguesas, costillas... todo lo que yo no debería comer ni en pintura, pero que me pierde jajajaja. Es un poco más caro que un sitio tipo Burger King o así, pero tiene también más opciones, y no esta nada mal. Hay cacahuetes para picar mientras esperas, rellenan las bebidas, y con los 2x1 que puedes conseguir en chequeras de descuento que reparten en muchos sitios, o en páginas de Internet, no te sale mal ir con algunos amigos a cenar de cuando en cuando. A mi es un sitio que me gusta, eso sí, no apto para vegetarianos, eso os lo aviso.

Mis amigos, Ismael y Carolina, en el Ribs el domingo pasado. Fotico hecha por mi misma. ¿A que salen guapos?

Y esto es todo, por ahora. Os he contado mi fin de semana, y regalado un par de reseñas, de un evento y de una peli. Tengo preparadas muchas más cositas para el blog durante esta semana, y luego, la siguiente, le pondremos algo de calor navideño a Mi Pequeño Mundo. Y también habrá que celebrar el final de este año que ya casi se nos termina, y dar la bienvenida al 2014, a ver si llega con cosas buenas. Y tras las fiestas, en Enero... ¡¡mucho más!! Hay algunos especiales que al final, he aplazado hasta esa fecha, y tendremos que terminar el ranking que nos esta ocupando, sobre la amistad, para dar paso a otro que ya tengo en mente, además de más reseñas de cine, libros, y algo de mi vida, cómo no. Y el blog esta a un mes de cumplir nada menos que cinco años, cosa que no pienso dejar de celebrar, aquí, con vosotros, si es que os apetece. Aquí os espero. ¡¡Besitos a todos!!

1 comentario:

Galena dijo...

Hola, precisamente ahora estoy leyendo La comunidad del anillo. Nunca he sido fan de las películas ni de la historia, realmente, aunque he visto las primeras. Por un impulso decidí leerme el libro, porque me parece que el mundo que Tolkien crea es muy curioso y muy rico en detalles e imaginación, pero ahora que he avanzado en la lectura, si bien es interesante, no logro conectar con los personajes y hay escenas aburridas,que en la película quitaron y creo que de manera acertada. Lo cierto es que en este caso me parece que las películas son capaces de llegar más al espectador que el libro, al menos en mi caso. No he leído el Hobbit y no sé si seguiré con los libros de Tolkien, al menos por el momento, pero no me parece buena idea sacar tres películas de un solo libro y menos tan largas, pero bueno, espero que no estropeen la historia.

¡Saludos!

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