Sin duda, ya desde el primer momento, con ese "Carpe Diem"; queda claro que Keating no piensa adaptarse a las normas del centro. El no va a dar clase como los otros profesores, no como los chicos estan acostumbrados a estudiar. El no quiere que reciten de memoria poemas ni fragmentos de grandes obras literarias, que se aprendan lo que cada critico dice, o que se graben en el cerebro las biografias de autores. Nada de eso. Con el todo va de sentir de verdad la Literatura, las palabras, y a quienes las escribieron. Esto en un principio rompe los esquemas de los chicos, y les desconcierta, pero al final, la pasión de su profesor se les contagia completamente. Tanto es asi, que desafortunadamente, esa pasion es demasiada para el estricto ambiente del lugar donde estudian. Los muchachos la van traspasando del aula a otros aspectos de su vida, y eso se considera intolerable. Un terrible incidente terminará con la expulsión de Keating, quien cargará con las culpas sin dudarlo. Pero para entonces, su pasión y su peculiar forma de enseñar habrán quedado para siempre grabadas en sus alumnos.
Uno puede pensar que la forma de Keating para llegar a sus alumnos y conectar con ellos es lo de "ser el coleguita" o "ir de profe guay" frente a los que son un hueso. Pero yo creo que no es así. Su vocación y su pasión son reales, y como tales, se extienden y contagian por doquier. Esa es la clave: amar lo que hace y querer transmitirlo a los demás. Y eso me parece importante en un buen profesor. Al final, puede que John Keating sea expulsado de Welton, pero allí dentro, queda lo más importante: el apoyo incondicional de unos alumnos encantados que ya no sabrían como ir a clase todos los dias sin que allí este su profesor preferido, sorprendiendoles con algo nuevo que aprender.
Ya de paso que estamos con el tema, y que en este pais (y en especial en Madrid) esta la cosa como esta con la educación, quiero comentaros sin falta que hoy, 5 de Octubre, es el Día Mundial del Maestro. Por ello, desde aquí, todo mi apoyo y cariño a todos aquellos que han dedicado sus vidas a algo tan hermoso como enseñar a los demás, y formar en especial a los mas jovenes. No es facil la tarea de un maestro, ni llegar a ser uno bueno. Yo he tenido la suerte de tener muy buenos profesores, a quienes saludo desde aquí (A D. Miguel San Román, mi profe de mates del cole, exigente, si, te hacia trabajar duro, pero aprendias muchisimo y el es un grandisimo profesor; o a Fernando, con el que salí ya del colegio al instituto hablando un perfecto Inglés. A los profesores de mi antiguo Instituto, el Agora de Alcobendas, donde hoy sus alumnos cuelgan pancartas para apoyarles, e incluso, a los de los cursos de doblaje, en especial a Raquel, cuyas clases de expresion corporal me quitaron muchisimos bloqueos y era un encanto) También va el saludo y mi apoyo para mis amigos que se dedican a esta profesión, a Carol y a Diego, que están actualmente muy implicados en el movimiento de la marea verde contra los recortes en la educación pública en la Comunidad de Madrid. Por ellos, y porque una educación pública de calidad es un derecho básico al que todos deberíamos poder acceder, va este canto otra vez...
¡Oh, Capitán, mi Capitán! (tenía que ponerlo... )
Que quede bien clarito... ¿Entendido Sra. Aguirre?
2 comentarios:
Comparto todo lo que dices en esta entrada Nerea.Como docente,también sufrimos lo mismo en mi país,Argentina.Nuestra profesión está devaluada; los docentes con experiencia somos los que aún luchamos por lograr una educación de calidad.La sociedad en su conjunto no reconoce nuestra tarea.Es muy lamentable, porque ese sentimiento se contagia en todos los ámbitos,y hoy un maestro es golpeado salvajemente por padres y alumnos por no ponerle una nota de aprobado al hijo.Si lo sancionamos, al otro día, el alumno regresa al aula y se burla en nuestras narices de la sanción que le hemos puesto.
Es tal el estado en que está hoy la escuela, que se hace casi imposible impartir conocimientos. Aunque reconozco que existe la otra cara,la que nos gusta ver: alumnos que estudian, padres que acompañan nuestra tarea. Pero son los menos.
Un saludo,amiga.
Cuanta razón.
Muy buena película.
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